Sobreviviendo el trabajo en casa
El trabajo en casa nos ha traído constantes retos y nos ha hecho ser conscientes de la necesidad de autorregulación de nuestras propias rutinas. Insomnio, agotamiento y la sensación de no tener tiempo para nosotros mismos son sólo algunas de las consecuencias de este cambio que ha venido con las restricciones actuales.
Con el ánimo de manejar estos retos, podemos implementar ciertas rutinas que nos van a ayudar a controlar las consecuencias del trabajo en casa:
Establecer un horario de sueño
Intentar dormir y levantarse a las mismas horas. Crear una rutina antes de acostarse a dormir. Es importante no utilizar dispositivos electrónicos por lo menos una hora antes de acostarse.
Crear un espacio de trabajo
Aunque el trabajo se realice en casa, es importante buscar formas de separar una y otra cosa. En la medida de lo posible, separar físicamente los espacios nos ayuda a darle un sentido de separación también a las actividades de trabajo o del hogar.
Crear una rutina de traslado de la casa al trabajo
Por ejemplo, salir a caminar antes de iniciar la jornada laboral, desayunar o tomar un café de forma rutinaria.
Usar los descansos para hacer estiramientos
Programar un temporizador 25 minutos durante los que se trabaja de forma centrada en una tarea; cuando acaba se programan 5 minutos de descanso para levantarse, hacer algún ejercicio o estiramiento o incluso alguna tarea doméstica corta, y vuelta a empezar.
Cambiarse de ropa
Vestirse cómodamente pero presentable, cómo si fuéramos a asistir a una videoconferencia, nos ayuda a tener la sensación de que estamos en un ambiente laboral y no en casa.
Fijar un horario laboral
Si no hay rutina pueden pasar dos cosas: que no se cumpla con las tareas encomendadas o que se acabe trabajando muchas más horas que en la oficina. Así que hay que marcarse un horario y cumplirlo a rajatabla. De lo que se trata es de crear un hábito.
Mantener contacto con los compañeros de trabajo
Conversar con los compañeros es importante para evitar sentirse aislado. Nos ayuda a alimentarnos con la sinergia del equipo y genera confianza en el trabajo.
